RETAZOS DE HISTORIA
LA DECISIÒN
PLAYA DE NAGO,OKINAWA |
Tal fuè el relato que oì de labios de mi padre.Los recuerdos de su vida se iniciaban a partir de esa terrible experiencia y las làgrimas que acompañaban a la historia,anegaban tambien mi alma,porque entonces,hacìa mìo su dolor y papà no era màs papà en ese instante.Era un niño de cuatro años viendo a su madre diluìrse entre las sombras
Aùn no cumplìa los nueve años cuando su padre se embarcò rumbo al Perù.Mi abuelo,Bunei Higa,partiò del puerto de Yokohama el 30 de Enero de 1919 y llegò al Callao el 25 de Marzo del mismo año;el KIYO MARU llevaba 233 inmigrantes destinados a labores agrìcolas en la Hacienda Esquivel,localidad de Huaral,al norte de Lima.(*)(1)
Papà alternò entonces su vida entre la escuela y las ocupaciones agrìcolas en los terrenos de la familia en Nago,Okinawa,esperando el retorno de su padre,pero la ausencia se prolongò por casi diez años.Y tal vez es ese vacìo inmenso que nos invade a veces,o quizàs simplemente,el momento del cambio llegò a su vida.Lo cierto es que un dìa,sentado a la orilla del mar,tomò una decisiòn.
Papà tenìa una joven novia (¿quince...dieciseis años...? ).Nunca mencionò su nombre,pero sì que fuè ella la primera en saberlo.
Pero la idea fuè tomando forma en su pensamiento y conversò con sus abuelos.Los ancianos veìan consternados repetirse la historia.Primero el hijo,ahora el nieto,partiendo a ese lejano paìs del que nada sabìan...PERÙ...? Què extraños embrujos retenìan a los hijos de Okinawa en esas tierras? , ¿por què no volvìan?
El bisabuelo |
--No olvidemos encargarle otra vez que hable con su padre,cuando lo encuentre allà....Sì,debe saber que aùn le estamos esperando...
Al amanecer,sòlo uno de los ancianos contemplò el nuevo dìa.
EL VIAJE
De los trentaicinco inmigrantes,Bunkiku,con tan sòlo diecisiete años,resulta ser el màs joven de los pasajeros que abordaron el BOKUYO MARU en el Puerto de Yokohama;la aventura habìa empezado.El viaje se le hizo largo y tedioso,pero por suerte,pronto se acostumbrò al vaiven del mar.Al acercarse a costas americanas,los pasajeros fueron informados de que el barco harìa un breve parèntesis en el Puerto de San Francisco,Ca. y por fortuna recibieron permiso para desembarcar por unas horas.De la monotonìa del paisaje marino,papà ingresò a la voràgine del bullicioso Barrio Chino.Siempre que recordaba este pasaje de su vida,no podìa dejar de mencionar su incomodidad al descubrir que el ùnico traje occidental que poseìa,le quedaba pequeño pues habìa crecido unos centìmetros durante el viaje y tuvo que soportar las bromas de otros pasajeros.Pero pienso que en el fondo no le importaba mucho pues al final,sus ojos se iluminaban cuando nos hablaba de esa primera incursiòn en tierra americana.
Bunkiku inclina el cuerpo al despedirse de los nuevos amigos que adquiriò durante el viaje y mira por ùltima vez al BOKUYO MARU.Papà no sabe que cuarentaicinco años despuès muchos de aquellos compañeros de viaje,llegaràn a casa y le brindaràn el ùltimo adiòs frente al "Butsudan" (*)(2) familiar. y yo escucharè sus ancianas voces decir : "yo lleguè con tu padre en el mismo barco...",..."yo conocì a tu papà hace muchos años...",..."yo lo encontrè en tales o cuales circunstancias...". Y en mi natural y doloroso aturdimiento,solo verè rostros anònimos sin poder comprender por què tambien les duele la muerte de papà; solo al transcurrir los años ,entenderè su dolor.
LA NUEVA PATRIA
Lo que tengo de los primeros años de papà y el abuelo,son tan sòlo retazos de historia que fuì armando como un rompecabezas,con los relatos que,ya anciano,me brindò mi padre.
Por èl supe de las largas jornadas de trabajo en los campos agrìcolas,de la lenta adaptaciòn de los japoneses a un medio tan distinto al suyo.No puedo dejar de hacer paralelos entre las vivencias de mi padre en el Perù y las que me tocò a mì,experimentar en Japòn.Pero me siento empequeñecida cuando recuerdo mis propias frustraciones en tierras japonesas y me pregunto,¿còmo hizo papà para sobrellevar tantas dificultades en un paìs donde todo le era extraño?.Mi ascendencia japonesa me fuè de alguna utilidad para enfrentar problemas,cuando el fenòmeno "dekasegui " envolviò mi vida ; papà no tuvo esa ventaja.
A veces miro el rostro de mi hijo y trato de adivinar en èl,la mirada expectante de mi padre al descender del barco...¿Què sentìa aquel joven inmigrante,mientras daba el primer paso en territorio peruano?,¿què sueños,que ilusiones se albergaban dentro de èl?.Recurro a las viejas fotografìas y le pregunto en silencio,pero ya es tarde para obtener alguna respuesta.
Como muchos inmigrantes que cruzan ocèanos en busca de mejores oportunidades en la vida,papà pensò que en pocos años volverìa a la quietud de su terruño y como muchos inmigrantes -repito -,descubriò un dìa que la Patria se ampliaba en su corazòn y las fronteras se volvìan lìneas difusas en los mapas polìticos de su propia existencia.
La Patria adoptiva le diò la oportunidad de encontrar a la mujer amada,la ùnica,la eterna.Hanako,mi madre,tenìa un poco màs de veinte años cuando conociò a papà;el resto,es historia.Los hijos fueron llegando uno a uno,como frutos cosechados en las fèrtiles tierras del amor : Bunichi,Fumiyoshi,Bunjiro,Kikuko,Bunzo,Emiko,Hideko,Akemi,Katsumi,Teresa,Luis y Bungorò...hmmm...Entonces papà comprendiò que no habrìa retorno.
A VECES...LA NOSTALGIA.
La escena se repite una y otra vez en mi memoria : es de noche y en el comedor,papà està sentado en su silla favorita(yo la llamaba en secreto "el trono del rey") ,con un cigarrillo encendido y una humeante taza de cafè ante èl,mirando a travès de la puerta siempre abierta - como una permanente invitaciòn a los amigos que ,con los años.fueron dejando de venir - y sus ojos,fijos en un punto lejano mirando...¿què?.A veces yo seguìa su triste mirada y sòlo veìa sombras danzando entre los àrboles que rodeaban la casa,como fantasmas acechando sus secretos pensamientos y la infinita nostalgia que le dejò la muerte de mamà.Ella nos dejò la mañana del 22 de diciembre de 1962,tenìa 48 años de edad.El abuelo Bunei falleciò en Octubre del año siguiente.
Yo me sentaba frente a èl,a veces por solidaridad,a veces por llenar mi propio vacìo y a la tenue luz de una làmpara alimentada por gas de querosene,papà me ofrecìa sus relatos del pasado,sus sueños,sus tristezas.A veces,los recuerdos iluminaban su rostro;a veces,tambien lloraba; y yo tenìa ganas de abrazarlo y decirle cuanto lo amaba,pero las demostraciones de afecto no eran parte de nuestras costumbres.Los japoneses como èl,se incomodaban ante un abrazo o un simple rozar de las manos.Era,lo que los jòvenes llamàbamos "un tìpico japonès".Entonces,el mirarlo con mucha atenciòn y silencioso respeto,era la mejor manera de decirle : "cuenta conmigo papà".
LA VALÌA DE UN HOMBRE
Las personas suelen tener,de acuerdo a las circunstancias que les rodeen,una escala de valores que rigen sus vidas o por lo menos,influyen en sus acciones.Papà muriò cuando yo contaba con veinte años de edad y aunque las brumas del tiempo y las propias y actuales vivencias,oscurezcan algunos recuerdos,èl sigue como antes,rigiendo mi vida,como un escudo que me protege de las miserias mentales de algunos y de la mezquindad perversa de otros.
Papà solìa decir que la base de la correcta conducta humana,estriba en la HONRADEZ.Y si te sabes honrado,todos los mandamientos,cristianos o no,se pueden cumplir a cabalidad.
Porque el hombre honrado ama a su Dios,cumple sus preceptos y respeta a sus semejantes.No miente ,pues el que miente roba blancura a su alma y esquilma la fè de la gente.Y el hombre honrado guarda la casa en amorosa lealtad a sus seres queridos y no les roba el amor que les corresponde por derecho.Y tan ladròn es el que roba un cèntimo como el que roba un millòn.Y tampoco es honrado el ocioso porque roba tiempo a quien le confìa una labor y cobra sin merecimiento.
Pienso ahora que toda su doctrina sobre la honradez fuè,màs que palabras hechas,un ESTILO DE VIDA en èl y fuè ademàs,la fortaleza que nos construyò para lo que nos tocara vivir,cuando èl ya no se encontrara con nosotros.
LA AUSENCIA
Mi padre falleciò el 31 de Mayo de 1973,cuando contaba con 63 años de edad,sorprendièndonos, por la fortaleza fìsica que habìa mostrado hasta entonces y que nosotros - ¡pobres ilùsos! - creìamos eterna.
Yo me quedè con mil preguntas guardadas y con un dolor que no cesa.Y en esta calurosa madrugada de un verano japonès,acaricio el "tatami" (*)(3) de mi habitaciòn para recordar que estoy aquì,en la Patria de mi padre.Afuera llueve a càntaros.pero los truenos ya no me sobresaltan como antes.Las tormentas van quedando atràs..
(*)(1)= En la Direcciòn de Archivo Republicano,Fondo Ministerio de Relaciones Exteriores-Registro de inmigrantes,Libro N' 41,Folio N' 46,se registra la inscripciòn del abuelo,a su llegada a la Repùblica del Perù.
(')(2)=Butsudan_____Altar que se coloca en la casa para rendir culto a las personas fallecidas de la familia.
(')(3)=Tatami_______Piso de paja tejida que se coloca en las casa japonesas.